Verano. Tiempo de olvidar, tiempo de vivir y desconectar de la rutina. Verano, estación de historias creadas sin importar las reglas y el guión de la vida. Historias que no imaginamos pero cuando menos te lo esperas, surgen. Te enamores y te desenamoras, vives y te ilusionas, disfrutas. Pero todo acaba y el verano no es menos. Otra vez la rutina, los caminos se separan, se bifurcan queriendo seguir las normas de la vida. Llegar a casa y ponerte a pensar que debes de confiar en que todo ocurre por alg, que a pesar que tu mente quiera otra cosa, tu la debes controlar, por él, por tí, porque supuestamente eso es lo mejor.  Dos caminos casi paralelos, difícil de juntarse; una ilusión que queda encarcelada y un me encantas no expresado.

Si, verano; esa estación llena de buenos momentos y que cuando quiere marcharse, quiere que te olvides de esas historias y vuelvas a la realidad.