Días en los que todo parece perfecto, pero sólo hay una cosa que te la puede empeorar, ver a una de las personas que más quieres en tal estado.
Es entonces cuando te planteas el sentido de las cosas, cuando necesitas darte cuenta de que nada es eterno. Es caer en ese agujero negro que la vida nos tiene preparado desde los primeros segundos de tu vida.
Hoy me he dado cuenta de que en momentos así llorar, dejar derramar alguna que otra gota salada es el mejor modo de expresar que eres humano, que no eres perfecto, eres débil. Eres un ser que amas.
Abuelo, te quiero.
viernes, 1 de junio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario