sábado, 21 de abril de 2012

Si, hoy era el día. Día en el que las ideas mas complejas se aclararían, el día en el que sus sentimientos decidirían. Era la hora de comer y ella estaba ultimando los últimos detalles. Sabía que si se quedaba en casa iba a ponerse mas nerviosa, por lo que se fue a coger el tren. Se puso música y empezó a pensar. El tren arrancó. Pasaron veinte minutos y ella llegó a su destino. Como vuela el tiempo, pensó. Ya era la hora... los nervios se incrementaban y quizás por eso iba completamente despistada. Salió de la estación. Al salir, había una plaza y en.medio.de esta una fuente donde decidió sentarse. Observaba a su alrededor. Era una plaza pequeña, pero aún así, estaba llena de gente. Ella buscaba, miraba cada metro que llegaba, esperando a que ese fuese el tren. Así pasaron algunos minutos. Otro tren llegaba a la estación. Los nervios eran máximos. Era su tren. Al verle, sonrió. Fue a saludarle. Que ganas, pensó. Ya habían pasado 3 años desde que se conocían, pero esta era la primera vez que se veían.  Se saludaron y empezaron a andar. Ella, ilusionada, le escuchaba. Llevaba toda la mañana pensando en como sería, de que hablarían o que harían. El tiempo pasaba, pero ella no lo notaba pasar. No paraba de reírse, todo se la había olvidado, los nervios habían desaparecido; por lo que solo quedaba espacio para todos esos sentimientos que debía aparcar, sentimientos que poco a poco se ordenaban y otros que aparecían cuando parecían perdidos. 
Era la hora, plata ella solo habían.pasado 15 minutos. ¿Tiempo porque vas tan rápido cuando necesitas mas tiempo?  Se fue, se separaron, cada uno se dirigía a su destino. 
Era la hora de volver, ella iba feliz, una sonrisa tonta se reflejaba en su cara y a su vez pensaba; me encanta....

domingo, 8 de abril de 2012

Otra vez la noche. Oscura, algo fría. El silencio es el dueño de la casa. Se pone la música, aleatorio, ya que es mejor no elegir.  Quizás sea hora de aclarar aquello que supuestamente siente y hora de aparcar los recuerdos en el cajón que les corresponden. De fondo se oye la melodía de una canción de Creed. Empezamos bien, piensa ella. De pronto piensa en los caminos recorridos, en todas esas conversaciones, en esa gran amistad. Es inevitable frenar la lagrima que asoma y que difumina las imágenes. ¿Donde quedaron esos que tal? Mejor pasemos de canción, siguiente. Just the way you are, de Bruno Mars. ¿porqué se empeña el reproductor torturar tanto a alguien? Sigue sonando la misma canción. Llora. ¿cuántos buenos recuerdos se fueron por una idiotez? mejor dicho, ¿cuántos recuerdos fueron arrojados al precipicio por una simple persona? mientras todos esos recuerdos vienen a la mente de ella, la canción sigue sonando. Cuando ha acabado de pensar se da cuenta de que la canción ya había acabado, es mas, había pasado media hora desde entonces. Increíble, lo silenciosos que habían pasado esos 30 minutos, casi tanto como la oscura y silenciosa noche. ''Es hora de tomar decisiones'', piensa ella y entonces, pequeñas gotas caen empañando completamente sus ojos.