Si, hoy era el día. Día en el que las ideas mas complejas se aclararían, el día en el que sus sentimientos decidirían. Era la hora de comer y ella estaba ultimando los últimos detalles. Sabía que si se quedaba en casa iba a ponerse mas nerviosa, por lo que se fue a coger el tren. Se puso música y empezó a pensar. El tren arrancó. Pasaron veinte minutos y ella llegó a su destino. Como vuela el tiempo, pensó.
Ya era la hora... los nervios se incrementaban y quizás por eso iba completamente despistada. Salió de la estación. Al salir, había una plaza y en.medio.de esta una fuente donde decidió sentarse. Observaba a su alrededor. Era una plaza pequeña, pero aún así, estaba llena de gente. Ella buscaba, miraba cada metro que llegaba, esperando a que ese fuese el tren. Así pasaron algunos minutos. Otro tren llegaba a la estación. Los nervios eran máximos. Era su tren.
Al verle, sonrió. Fue a saludarle. Que ganas, pensó. Ya habían pasado 3 años desde que se conocían, pero esta era la primera vez que se veían. Se saludaron y empezaron a andar. Ella, ilusionada, le escuchaba. Llevaba toda la mañana pensando en como sería, de que hablarían o que harían. El tiempo pasaba, pero ella no lo notaba pasar. No paraba de reírse, todo se la había olvidado, los nervios habían desaparecido; por lo que solo quedaba espacio para todos esos sentimientos que debía aparcar, sentimientos que poco a poco se ordenaban y otros que aparecían cuando parecían perdidos.
Era la hora, plata ella solo habían.pasado 15 minutos. ¿Tiempo porque vas tan rápido cuando necesitas mas tiempo? Se fue, se separaron, cada uno se dirigía a su destino.
Era la hora de volver, ella iba feliz, una sonrisa tonta se reflejaba en su cara y a su vez pensaba; me encanta....